El puerto de La Luz en su nacimiento allá por 1883 tuvo en sus orígenes acento británico por el impulso que proporcionaron las compañías inglesas establecidas primero en la calle Mayor de Triana ,ya que la actividad marítima se encauzaba por el desaparecido Muelle de Las Palmas junto al Parque de San Telmo ,y luego con su traslado a la nueva zona portuaria nacida entre las faldas de La Isleta y el desaparecido castillo de Santa Catalina situado en la hoy Base Naval.
Esta huella de la “rubia albion” casi ha llegado a nuestros días representada por los edificios de las casas consignatarias Elder y Miller que siguen en pie como marco de entrada al muelle de Santa Catalina y por otros nombres que están en el recuerdo, como fueron los astilleros de la Gran Canary Coaling, Blandy Brothers, Hull Blyth, luego Compañía Carbonera de Las Palmas y Cory.
Pero lo curioso es que el primer dique que abrigó a la bahía de La Luz con 1.200 metros de longitud y cuya primera piedra se puso un 26 de febrero de 1883, fue ejecutado por una empresa británica la Swanston y Cia. con la técnica inglesa toda vez que nuestro ingeniero Juan de León y Castillo que dirigió las obras había estudiado el procedimiento de los puertos construidos por el Imperio Británico en el exterior entre ellos el de Singapur.
Por ello es innegable que esta presencia de la colonia inglesa en el nacimiento del puerto de La Luz fue fundamental desde la primera hora en casi todos los negocios, empezando por el suministro de carbón y víveres a los buques, hasta la llegada del petróleo con las compañías Shell y Cory. Y para más huellas las calles de la zona portuaria llevan dos nombres de oriundos del Reino Unido como fueron Tomás Miller fundador de Miller y Cia. y Alfred Lewis Jones creador del imperio de Elder Dempster que tanto contribuyeron al desarrollo de Gran Canaria.
(Juan F.Fonte, periodista y cronista oficial del puerto de La Luz)