La historia del puerto de La Luz no puede escribirse sin mencionar a los “Castles”, aquellos trasatlánticos que cubrían una línea de pasajeros y carga entre el Reino Unido y Sudáfrica y que dieron gran esplendor a las aguas de nuestra bahía, en sus escalas de solo cuatro horas para repostar atracados al muelle de León y Castillo. Fue una estampa para el recuerdo que finalizó hace 43 años cuando el buque comodoro de la flota el “Windsor Castle” nos dijo adiós para siempre un 15 de septiembre de 1977.
Hay que resaltar que la llegada al puerto de Las Palmas de un “Castle” suponía todo un gran acontecimiento, incluso los lunes coincidían atracados hasta dos unidades, el que venía desde el norte y el que navegaba hacia el sur. Sus impresionantes chimeneas pintadas con los colores rojo y negro y sus cascos de luminoso malva eran una divisa más que familiar. Con el arribo de estas unidades se montaba todo un gran trajín de tráfico en torno al dique que solo tenía 6 metros de ancho donde los guardamuelles de entonces se las veían y deseaban para regular toda la actividad en torno al “Castle” de turno. Los empleados de la compañía petrolífera y del agua para conectar las mangueras. Los vendedores portuarios para instalar sus puestos de venta para los pasajeros y tripulantes. Los componentes del “bombo” de venta a bordo con sus cajas de artículos variados encabezados por los hermanos Ambrosio y Agustín Diaz-Casanova con un espléndido ramo de flores para la esposa del capitán. Si había hueco en la bodega o la propia cubierta se izaban a bordo “pallets” de tomates para su envío al Reino Unido en un tiempo récord. Todo era precisión y lucha contra el reloj ya que el “Castle” soltaba las amarras a los 240 segundos de su arribo. El puerto de La Luz cumplía con su compromiso y el director de la consignataria Elder Dempster Canary Island, Don Eugenio Pavillard levantaba su sombrero junto a sus empleados en señal de despedida.
(Juan F.Fonte, periodista y cronista oficial del puerto de La Luz)