La masonería, la sociedad secreta más famosa del mundo, tiene en el puerto de Las Palmas uno de sus mayores caladeros de trabajo y de poder. La presencia formal de masones en el entorno marítimo viene desde 1895 con la fundación de la logia en el Puerto de La Luz y que recibió el nombre de Luz Marítima 226, de obediencia al Grande Oriente Español y en la órbita de la Gran Logia de Canarias. En el puerto grancanario todo es un mundo lleno de permanente confusión donde masones de diversas predicamentos se mezclan en una guerra fría con simpatizantes de rotarios o integrantes del Opus Dei, con escasa influencia estos últimos. Las relaciones entre estas estructuras ofrece una lección sorprendente sobre el poder del misterio en las decisiones portuarias.
Los terrenos se marcan de forma visible. Uno de los históricos e insignes masones del Puerto de Las Palmas, José Torrent Socorro, siempre ha sido tenido presente en la comunidad portuaria por su rectitud y persona íntegra en su trabajo como práctico dando ejemplo hasta su fallecimiento a sus diez hijos.
El Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33 para España y Gran Maestre de la Logia de Canarias, Antonio Márquez Fernández, recuerda en la web de la institución que lidera que Torrent Socorro fallecido en 2016, murió «a escasos metros de las riberas en que jugó de niño, muy cerca de donde trabajaría 46 años como práctico del Puerto de la Luz y de Las Palmas, siendo ya capitán de la Marina Mercante, después de múltiples singladuras por todo el mundo, iniciándose en una de ellas en los augustos misterios del Arte Real en los EE.UU». Otro histórico fue José Reina León, capitán de la Marina Mercante y práctico de número del Puerto de la Luz y de Las Palmas. Casado y católico fue hijo del masón Manuel Reina Pérez. Fue apartado de su puesto en 1936 por el Movimiento con el franquismo.
En el Hemisferio Norte, el Solsticio de Invierno tendrá lugar el día 21 de diciembre de 2020 y esa jornada deberán verse, bien por videoconferencia o presencialmente, algunos portuarios en este año de pandemia de Covid19. Según el Ritual de Banquete de Orden de la Gran Logia de Canarias el Banquete de Orden es una Tenida de obligación también denominada Logia de Mesa, Banquete Ritual, Ágape Ritual, Banquete Solsticial, Trabajos de Mesa o Comida Ritual de San Juan de Invierno.
«No somos una sociedad secreta, somos una sociedad con secretos», indica a Puertos928 un empleado portuario hoy metido en política. Un comité en las entrañas de alguna Gran Logia u otra evidentemente pensó que esta fórmula resolvería el problema. Pero, por supuesto, incluso los no masones moderadamente escépticos todavía se preguntarán. ¿Qué secretos? ¿Qué esconden? Todo un género de datos que los masones parecen reacios a entregar en el entorno portuario.
En el puerto de Las Palmas cualesquiera que sean los secretos que guardan los masones constituyen una herramienta de reclutamiento fascinante. ¿Quién podría resistirse a la promesa de unirse a una élite en posesión de verdades ocultas? La masonería la convierte en un fenómeno portuario donde hay entidades en todas partes: por eso siempre hay batallas de imperios del monopolio contra el comercio, guerras e intercambios de papeles.
El secretismo de la masonería es como el agua en el fondo de un pozo. Los hombres que construyeron el pozo saben lo profundo que es. El resto de nosotros solo podemos mirar hacia abajo y preguntarnos qué podría acechar debajo, mientras que la superficie oscura refleja nuestros miedos.
Los Rotarios
Antes de dejar de ser presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Juan José Cardona, en plena precampaña electoral, fue al descubrimiento de la pieza escultórica en reconocimiento a la labor desempeñada por el Club Rotario de Las Palmas en el proceso de recuperación de la marquesina situada delante del Muelle de Cruceros Santa Catalina y que fue inaugurada en 2009.
El Club Rotario de Las Palmas ha promovido durante años la mejora de las instalaciones con carácter turístico de la capital grancanaria y, en recuerdo a su impulso para la recuperación de dicha Marquesina que debido a su iniciativa fue recuperada para el público en general como puerta principal a los turistas que arriban al puerto capitalino grancanario, la Autoridad Portuaria de Las Palmas ha instalado en la parte superior de la dicha instalación una figura representativa de la rueda rotaria simbólica del Club Rotario.
Fundado el 9 de noviembre de 1933, el Club Rotario de Las Palmas fue el primero de Canarias. Inició actividades en 1934 consolidándose como una organización integrada por profesionales de la sociedad canaria y extranjeros residentes en la isla que promueven los valores cívicos, sociales y asistenciales. Entre las actuaciones que han impulsado destacan: la escultura del cruce de Juan XIII con la Avenida Marítima; la Plaza de las Naciones en el Parque de Santa catalina, además de la Marquesina del Muelle Santa Catalina. Su labor social y filantrópica sigue siendo igualmente de potente con colaboraciones como la Fundación Alejandro Da Silva y la Asociación de Alzheimer.
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