Razones de Estado. Naviera se mantiene bajo control de Naviera Armas aunque una tonga de fondos extranjeros se quedan con la deuda, que tiene avalada en parte por la tenencia de líneas de interés general para la UE. Los que han comprado la deuda quieren que Armas se convierta en un producto financiero y no en una fuerte industria de transporte.
Los propietarios de algo más de 580 millones de euros han pedido a Antonio Armas un director financiero y dejar de tomar de las decisiones en una sala de máquinas para tener un consejo de administración profesionalizado. Quieren un jefe de reestructuración financiero, cosa que va a colisionar con la cultura de un sector como el naviero. En círculos portuarios se bajara la llegada de Joan David Grimá, gran conocedor del mercado canario por su experiencia en la antigua Canarias Telecom hasta su reestructuración como AunaCable vía Banco Santander, que ha puesto sobre la mesa el dinero de deuda que era necesario para cerrar la paz.
En cualquier caso: los Armas mantienen el poder. Los dueños de deuda no quieren saber nada de cabotaje. Solamente de recuperar dinero como si es cambiando deuda por acciones de la empresa. La naviera cuenta con el respaldo del Gobierno (Sepi) con una línea de máximo 120 millones de euros. La deuda es de 720 millones, 582 millones de dos emisiones de bonos, una de ellas de 300 millones y que hay que pagar en enero de 2024. ICO ha puesto 40 millones y HPSR con Apollo 75 millones más.
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