La Marina Mercante y la Fundación que gestiona este barco de vapor han firmado un convenio para restaurar y dar un nuevo uso al buque
El director general de la Marina Mercante, Benito Núñez Quintanilla, y el presidente de la Fundación Correíllo La Palma, Juan Pedro Morales Chacón, firmaron ayer en el Puerto de Santa Cruz un convenio de colaboración para la restauración y conservación del histórico barco de vapor.
Núñez Quintanilla valoró positivamente la colaboración alcanzada para promover que la “joya” que es el buque, construido en 1912, se conserve y también sea disfrutada por los visitantes que quieran conocer su historia.
A esto, sumó que se está trabajando en la elaboración del decreto de buques históricos para dar “cobertura legal” a la explotación náutica del Correíllo La Palma, con la intención de que este finalmente pueda ser puesto en funcionamiento: “Un barco está hecho para navegar”, señaló.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Carlos González, aseguró que para el puerto capitalino es “motivo de orgullo” acoger en sus instalaciones desde 1986 al Correíllo La Palma, y trasladó que el buque “ya es una leyenda en Canarias y, además, la muestra más palpable de la forma de vivir de una época que no conviene olvidar”.
González también señaló que el buque es “de interés” para las administraciones, recordando que existió a la vez que el Titanic y que tiene “una importancia histórica en el transporte marítimo de los canarios”.
En este sentido, destacó que habrá un creciente uso cultural y artístico del barco gracias a la firma del convenio y otros acuerdos que “sin duda” están por llegar: “Alcanzará una mayor cuota de protagonismo en la vida social y cultural de Santa Cruz de Tenerife, no solo entre su ciudadanía sino también entre los turistas que nos visitan”, afirmó.
Con el fin de que el barco recupere su actividad, el presidente de la Autoridad Portuaria trabaja actualmente con el Cabildo de Tenerife en diferentes propuestas que permitan “incrementar su visibilidad”.
Al acto también acudieron la subdirectora general de Seguridad, Contaminación e Inspección Marítima de la Marina Mercante, Ana Núñez Velázquez; la subdirectora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, María Antonia Perera; el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez; el vicepresidente primero y consejero de Carreteras, Movilidad, Innovación y Cultura del Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga; y el capitán marítimo de Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Conde.
Por su parte, Enrique Arriaga señaló que restaurar y rehabilitar el barco de vapor ayudará a “no perder la memoria histórica” y a “asegurarnos de que las próximas generaciones tendrán la posibilidad de conocer de manera más didáctica parte del siglo XX en Canarias”.
Arriaga insistió en que “no ha sido fácil” la singladura del Correíllo a lo largo de la historia, ni lo fue mientras estuvo en servicio y conectaba a las Islas desde 1912 hasta 1976. Y es que, según contó, el buque vio cómo se desarrollaron dos guerras mundiales, una guerra civil y también la posguerra española, con esas carencias y migraciones forzosas en busca de una vida mejor.
El vicepresidente primero del Cabildo también quiso poner en valor la labor que ha desarrollado la Fundación Correíllo La Palma, a los que llamó “unos locos entusiastas” que han perseguido que el buque “jamás fuera olvidado”.
Por último, José Manuel Bermúdez apuntó que el compromiso que ayer asumió la Dirección General de la Marina Mercante “hace justicia con una iniciativa que venía requiriendo el apoyo decidido de la administración del Estado y constituye un hecho por el que todos debemos felicitarnos”.
Así, aprovechó la ocasión para reconocer a la Fundación Correíllo la Palma “su firmeza” y “persistencia”, que para el alcalde son sinónimos de patriotismo en la defensa de los valores históricos que distinguen a la Ciudad y al Puerto.
“Santa Cruz no puede concebirse tal y como es hoy sin su Puerto, y sin el que, entre otras cosas, no sería hoy Capital de la Isla y de Canarias”, zanjó el alcalde capitalino.