Hasta cuatro navieras (Boluda Corporación Marítima, Balearia y dos grupos italianos) han mostrado en las últimas semanas interés por hacerse con el control de Compañía Trasmediterránea, que el grupo canario Armas intenta reflotar mediante un pacto con los bonistas que financiaron su compra y con una inyección económica de 100 millones de euros de la SEPI.
El director general de Trasmediterránea, Francisco Oviedo, recalcó el pasado viernes en declaraciones de OKDIARIO que «en estos momentos no está sobre la mesa» la opción de canjear deuda por acciones: es decir, la posibilidad de que entren en el accionariado de la compañía los fondos de inversión que financiaron su compra en 2018.
Trasmediterránea ha solicitado un rescate de al menos 100 millones de euros al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la SEPI. Pero tampoco quiere que esta inyección económica se traduzca en la irrupción del Estado en su consejo de administración. Si esta aportación no resulta suficiente, la naviera se plantea la posibilidad de vender uno o varios barcos de su flota, con el fin de obtener liquidez para atender sus compromisos más urgentes.
Sólo una vez se haya consumado la inyección de 100 millones de la SEPI, añadió Francisco Oviedo, Trasmediterránea podría plantearse otras posibilidades como la entrada de un grupo inversor en su accionariado. El grupo Armas Trasmediterránea acumula un endeudamiento que ronda los 900 millones de euros.
El gigante de los remolcadores
Actualmente negocia con los bonistas refinanciar dos tramos de deuda: el primero por importe de 232 millones de euros que vence en 2023, y el segundo de 300 millones que vence en 2024. En esta negociación se debate una quita, el aplazamiento de parte de la deuda y un crédito puente para atender las necesidades más urgentes.
Según las fuentes del sector consultadas por OKDIARIO, este jueves está prevista una reunión que podría resultar decisiva para que el grupo del ex presidente del Real Madrid Vicente Boluda se haga con el control de Trasmediterránea. Al empresario valenciano no le falta músculo financiero, pues hace apenas un año obtuvo un crédito sindicado de 1.000 millones de euros para cerrar la compra del operador holandés Kotug Smit Towage, con el fin de extender sus actividades al Mar del Norte.
El grupo Boluda Corporación Marítima posee la segunda mayor flota de remolcadores del mundo. En 2018 declaró una facturación por importe de 511 millones y un beneficio de 25 millones de euros. Su filial Boluda Lines estrenó en octubre una línea diaria de transporte de mercancías entre Cádiz y Canarias, operada por seis buques.
Más recientemente, Vicente Boluda ha anunciado un acuerdo para comprar la terminal de contenedores del Puerto de Cádiz, Concasa, aunque no ha trascendido el importe de la operación. Si bien el grupo Boluda no tiene experiencia en la gestión de líneas de pasajeros con ferrys, la compra de Trasmediterránea le permitiría hacerse con una posición dominante tanto en Baleares como en Canarias.
Un gran botín para Balearia
«Cada paso atrás que da Trasmediterránea, es terreno ganado para Balearia», comenta un empresario del sector náutico. Hacerse con la marca, la flota y las concesiones de Trasmediterránea colmaría las aspiraciones de Balearia, la naviera que preside Adolfo Utor (quien mantiene excelentes relaciones con el PSOE), participada por el grupo Matutes.
Esta operación también tendría sus inconvenientes, pues la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) podría oponerse a que el grupo resultante ejerza el monopolio de las líneas de pasajeros en Baleares y el Estrecho. La opción para salvar este obstáculo puede estar en manos de la naviera noruega Fred Olsen, con la que Balearia mantiene desde hace dos años una alianza para explotar la línea de carga y pasajeros entre Huelva Canarias con el smart ship Marie Curie, propulsado por gas.
Otras dos navieras italianas mantienen el interés por hacerse con el control de Trasmediterránea, por lo que ya habrían contactado con los fondos de inversión que mantienen con respiración asistida a la naviera, señalan las fuentes consultadas por OKDIARIO.
Hace una semana, el director general de Trasmediterránea aseguraba que su grupo no se plantea ninguna de estas opciones, al menos hasta que se resuelva la aportación de 100 millones de la SEPI. Sin embargo, antes de aprobar esta ayuda, el Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero está analizando con lupa la situación crítica de la naviera.
La SEPI se lo piensa
Hace dos meses, Trasmediterránea obtuvo un crédito subordinado de 75 millones de euros de dos fondos de capital riesgo, Apollo y HPS. Como garantía, la naviera apartó cuatro de sus mejores barcos en una sociedad de nueva creación, Armas Trasmediterránea Factoring SL, constituida el pasado 11 de junio con un capital social de 151 millones de euros.
Sin embargo, este acuerdo estuvo a punto de saltar por los aires el pasado día 25, cuando un juez embargó uno de los citados buques, el Ciudad de Palma, para atender una deuda de 705.000 euros contraída por el grupo canario. Al menos de momento, Trasmediterránea ha logrado que el juez levante el embargo del Ciudad de Palma –que cubre la línea regular de carga y pasajeros entre Barcelona y Mallorca– y en su lugar anote un embargo regular sobre otro buque de la compañía, el Ciudad de Mahón, que cubre la línea regular entre Valencia y Mallorca.
Fuente: https://bit.ly/3qRceg7