Colas de hasta sesenta camiones y esperas de horas a las puertas de la terminal de contenedores de El Musel pusieron ayer a transportistas y operadores del puerto al límite de su paciencia. Según fuentes portuarias, hace dos meses -coincidiendo con la puesta en marcha de la nueva línea regular con Reino Unido e Irlanda- que la problemática se repite, pero la situación se ha agravado esta semana a causa de la huelga de estibadores de Bilbao.
La nueva línea se sirve de centros logísticos ferroviarios como Selga (Huesca) y Pancorbo (Burgos), y trae mercancías procedentes de ciudades como Sevilla, Valencia, Barcelona, Zaragoza y Madrid en casi siete trenes semanales operados por Continental Rail. Su arranque ha supuesto un considerable aumento de las mercancías que se mueven en la terminal de contenedores. Su personal tiene que atender tanto la carga ferroviaria como la que llega por carreterra, lo que ha provocado embudos en el acceso a la terminal en el que se realiza el pesaje de los camiones. Con la terminal aún adaptando su operativa al incremento de tráficos, fuentes de la Autoridad Portuaria explican que esta semana no solo se ha duplicado el número de trenes que llegaron a la misma, sino que además se notó el día festivo.
A todo ello hay que añadir los paros en la estiba de Bilbao, que comenzaron el pasado 9 de octubre y está previsto que duren hasta el 25 de octubre, aunque los sindicatos han presentado un nuevo preaviso de huelga que podría extenderse hasta el 9 de noviembre. Como consecuencia, han sido varios los buques que han sido desviados a Gijón, lo que ha aumentado el flujo de mercancías que llegan por tren y carretera, incrementando también la presión sobre la instalación que gestiona APM Terminals.
Hasta las ocho de la tarde
El despacho de aduanas solo se puede hacer si los contenedores están en la terminal y los sábados las puertas no abren, «con lo que todo lo que a las ocho de la tarde del viernes no hubiera entrado quedaría fuera del barco», explicó ayer un operador afectado, que pedía «más personal» para realizar las operaciones en tiempo y forma. Para descongestionar la situación y ante las frecuentes quejas recibidas, la terminal decidió abrir una segunda puerta -algo excepcional-, aunque al no disponer de báscula solo estaba operativa para camiones con certificado de pesaje.
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