La bajada de negocio impulsará las reformas de Ibarra para tener un puerto más competitivo en el Atlántico
El puerto de Las Palmas ha vivido una estabilidad clave en cuanto a sus últimos gestores técnicos con Javier Sánchez Simón o Luis Ibarra al frente. Las decisiones de estas semanas serán clave para que Canarias tenga un gran puerto en el Atlántico. Nada de Atlántico Medio, terminología de mercadotecnia del tres al cuarto que reduce a las islas en el escenario mundial donde ya no hay ubicaciones por los servicios que prestará las islas serán también logísticos de base digital. Cuando acabe la pandemia las empresas precisarán entornos fiscales atractivos y área franca donde colocar excedentes de cara a plantar cara a los negocios que se deriven en África occidental.La crisis en Las Palmas era anterior al coronavirus. Mano de obra rígida, empresarios liados en patronales de diversa índole, francotiradores chárter empleando munición funcionarios, ataques a la libertad de libre establecimiento de empresas son algunos de los ingredientes de la pérdida de competitividad. Pero esto puede dar un volantazo si ahora llega el periodo de reformas. El Puerto de Las Palmas irá a una mayor digitalización, procedimientos menos rígidos para captar a la inversión y la creación de una frontera virtual entre operadores económicos y legisladores. Es decir: volantazo a grupos de presión tóxicos que quieren manejar el negocio portuario como una finca privada. La senda abierta con la licencia a Fair Play con los remolcadores ayudar a empresas como Hidramar a levantar vuelo y no establecerse finalmente en Mauritania al calor de las operaciones de BP.
Esta crisis de momento deja un ganador: Naviera Armas. Las obligaciones de servicio público le han permitido de momento gozar del monopolio de mercancías con la Península atacando el mapa previsto para este 2020 por Fred Olsen y Balearia. El papel de FRS en esta crisis en las islas tiene poco impacto por los acuerdos de asociación que hay con Armas. Perdedores: Lavinia, Zamakona e Hidramar por los precios del petróleo están condenadas al crecimiento cero hasta que termine la pandemia y los precios del petróleo levanten cabeza.
La pandemia de coronavirus ha derrumbado los servicios y en círculos portuarios se coincide en que la industria necesita ahorrar. Los daños de Covid-19 todavía está en sus primeros días y tiene un gran impacto en alta mar. La forma en que el mundo se recuperará depende de desarrollar vacunas, contener el virus y detener las reinfecciones después de la primera ola.
Para la industria marítima el brote de coronavirus ha desencadenado un doble problema; la caída en el valor del petróleo y la guerra de precios resultante. Los expertos consultados por Puertos928 sugiriere que hasta el 20% de la fuerza de trabajo en el mar podría perder sus empleos, y los recortes de personal pueden mantenerse hasta mediados de 2021. Los analistas coinciden en que la industria necesitará ahorrar para mantener la producción rentable. El petróleo crudo Brent actualmente se vende a precios de menos de 18 euros.
Reparaciones
Los precios de equilibrio, el precio del petróleo necesario para que los proyectos se beneficien, han caído drásticamente desde los problemas de la industria en 2014. En una presentación realizada por los consultores de energía Wood Mackenzie este mes de marzo, los analistas discutieron los objetivos de las compañías de reducir el coste de producir petróleo. El cambio es inevitable, la pregunta es realmente la velocidad y el ritmo de ese cambio. A raíz de la situación actual en la que todos nos encontramos, las empresas analizarán de cerca sus planes existentes en torno a la digitalización y cómo acelerar algunos de sus esfuerzos.
Las inversiones en plataformas tecnológicas que apoyan la gestión eficiente de la cadena de mando, las operaciones existentes y el trabajo remoto inevitablemente atraerán la atención. Las tecnologías relacionadas con la gestión del rendimiento de activos, el subsuelo y el software de exploración establecerán el estándar para la forma en que la industria puede operar una vez que la pandemia actual haya pasado.
Sin embargo, algunos creen que la demanda de petróleo después de Covid-19 dará un impulso a la industria offshore. Una vez que se controle el brote, la economía global, particularmente la de China, se comportará como alguien que ha estado hambriento de comida mientras estaba en cuarentena. Una vez que se le permita comer, el apetito de negocios será rapaz y eso será exactamente lo mismo con la demanda mundial de petróleo, que probablemente duplicará o quizás triplicará las importaciones de petróleo para compensar la pérdida de demanda. Las importaciones de petróleo de China en 2019 rompieron todos los récords anteriores y harán lo mismo después de que se controle el brote. Además, se podría proyectar que los precios del petróleo recuperarán todas sus pérdidas recientes e incluso podrían alcanzar los 60 euros por barril en la segunda mitad de este año.
No hay duda de que la OPEP se ha debilitado por la caída de los precios del petróleo y también por el inicio de una guerra de precios contra Rusia por parte de Arabia Saudita por no acordar recortes de producción más profundos. Sin embargo, la OPEP ha logrado sobrevivir a grandes crisis desde su fundación hace 60 años, incluida la guerra entre Iraq y Kuwait. La OPEP es un pilar del mercado mundial del petróleo que contribuye a la estabilidad de los precios del petróleo.
Si Arabia Saudita continúa con la guerra de precios, su déficit presupuestario aumentará a 116 mil millones este año, el más grande de su historia y su economía se declarará en bancarrota en dos años. La economía global será el mayor perdedor y dentro de la economía global, Arabia Saudita y la industria del petróleo de esquisto bituminoso de EE. UU. Serán las principales víctimas.
Fuente: puertos928.com