Ortega solamente se presentará a la CCE si es aclamado, es decir: no quiere elecciones aunque cuente con el respaldo de otras sectoriales como Femepa o Cecapyme
El presidente de Femepa, Vicente Marrero, se ha jubilado y eso implica el progresivo abandono de actividades ejecutivas empresariales. Así, además de haber dejado ya la Asociación de Reparaciones Navales de Las Palmas en verano y en breve lo hará en Femepa. La próxima parada es: Cámara de Comercio de Gran Canaria desde la que entraría en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas cuando toque tras proceso rotatorio y consejo asesor autonómico de Canarias. El consenso de esta llegada de Marrero a lo que se llamaba Cámara de Las Palmas ya tendría el respaldo del director general de la entidad, Luis Padrón, según varios dirigentes empresariales consultados durante esta semana.
La salida de Marrero, hijo predilecto de la ciudad de Las Palmas, coincidiría en esta recesión con la llegada a la presidencia de la CCE de Las Palmas del industrial Pedro Ortega, que contaría con las bendiciones de sectores hasta ahora adversos a los industriales de Asinca como Cecapyme. «En una crisis económica durísima no están los tiempos para lanzar a la sociedad canaria un mensaje de enfrentamiento entre las organizaciones empresariales», señalan empresarios insulares que recuerdan que es época de aunar voluntades para aprovechar la recuperación económica. Desde Lanzarote hay una corriente crítica frente a Ortega nucleada desde el sector de la distribución vinculada a la mercantil limitada Jope. Como adelantó Puertos928 Boluda optaría a la vicepresidencia de la CCE que deja Marrero en la patronal de Las Palmas.
Marrero deberá sustituir a otro jubilado, José Sánchez Tinoco, también exdirectivo de Femepa en su época. El nuevo presidente de la Cámara de Las Palmas podrá seguir estando al tanto de los programas de cooperación transfronteriza 2020-2027 y tendrá importantes retos por delante entre los que se incluyen los de desbloquear la financiación de la entidad y recuperar el liderazgo empresarial en el proceso de reconstrucción de la economía insular. Esta llegada clarificará el papel empresarial en la formación, adecuar su discurso a la realidad, aumentar el peso grancanario en la toma de decisiones empresariales y favorecer una mayor presencia de la mujer en las cúpulas empresariales. Tareas nada sencillas que afrontaría en una coyuntura más favorable de la mano de una Canarias en crecimiento económico y en fase de recuperación tras la pandemia del Covid19.
Por su parte, el candidato a presidente de CCE de Las Palmas, Pedro Ortega, haría público su interés sobre el mes de diciembre tras encuentro anual de la CCE dado que el proceso de designación se espera para febrero si es que no se anula, como ha pedido ATA por el nuevo estado de alarma. Ortega solamente se presentará si es aclamado, es decir, si no hay otro candidato aunque la presencia de grupos turísticos de Lanzarote no frenaría esa opción. Lo que no quiere son elecciones.
Ortega no es un empresario en el sentido estricto y tampoco no un mero gestor. Vinculado al sector de la alimentación, Pastas La Isleña y Chocolateas La Candelaria cuenta con una amplia trayectoria y experiencia en el mundo asociativo empresarial pues ha sido presidente de Asinca y consejero regional de Industria sin militancia en CC por el respaldo que siempre ha encontrado en la burguesía tinerfeña. A todo ello, dispone de respaldos amplios. El nuevo presidente de CCE de Las Palmas tendrá que asumir el papel de interlocutor único del empresariado portuario con el Gobierno de Canarias y Marrero con el Cabildo de Gran Canaria, motor financiero de entidad cameral. Marrero deberá contar con Juan Acosta para su mandato dada ‘entente cordiale’ tiene con el presidente grancanario, Antonio Morales.
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