Se sigue negociando con posturas muy distantes.
La huelga de los estibadores de Bilbao entró ayer en una fase de discreta negociación. Los arbitrajes pedidos por ambas partes, pero por motivos diferentes, ante el servicio vasco de mediación el PRECO, permitió que al menos hubiese algo de diálogo aunque solo fuese para echarse en cara las diversas posturas. Pero las posturas están muy distantes.
La reuniones han empezado entre patronal y sindicatos en Bilbao, un hecho positivo de los cara a cara en el servicio de mediación. Pero las plataformas negociadoras están muy distantes. Las tareas de entrega y recepción es una cuestión que las empresas se niegan a ceder y quieren economías en las manos, que haría que no hiciesen falta importantes aumentos de entrada en el CPE, Bilboestiba, salvo por las jubilaciones.
La Autoridad Vasca de la Competencia (LEA/AVC) y la Autoridad Portuaria de Bilbao, la CNMC y BilboEstiba, han mantenido reuniones y presionan al colectivo de estibadores.
Puertos del Estado no se ha pronunciado todavía sobre el conflicto, y el último Observatorio de Servicios Portuarios de la pasada semana quiso pasar de puntillas sobre el tema. Los estibadores no tienen ahora el presidente el aliado que tenían con De la Encina.
Los tráficos se resienten y también a partir del domingo el bolsillo de los estibadores en sus nóminas.
Además hay diferencias entre los 5 sindicatos presentes tras la adhesión de ELA, el sindicato vasco que no se había puesto de acuerdo en seguir la primera fase de la huelga, y que ahora lo ha hecho pero con un preaviso independiente pero para las mismas fechas.
La estabilidad en el empleo de los estibadores eventuales, metiéndolos en el censo ya que hay una cascada de jubilaciones, es una exigencia que empieza a ser sine quanon, junto al cumplimiento del convenio.
Fuente:
REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS – 28/10/2020