El puerto holandés ha cerrado el primer trimestre con un descenso del 9,3%, aunque prevé una caída del tráfico para este ejercicio de entre el 10% y el 20%
La pandemia del coronavirus ha impactado en los tráficos del principal puerto de Europa, Rotterdam, en el primer trimestre de 2020. A diferencia del crecimiento experimentado por el puerto belga de Antwerp en el mismo periodo, el complejo portuario holandés ha notado los efectos derivados de las disrupciones en los procesos de producción y cadenas logísticas de todo el mundo. Con un total de 112,4 millones de toneladas canalizadas, estos resultados suponen una caída del 9,3% respecto al mismo periodo del año pasado.
“Afrontamos disrupciones sin precedentes y el puerto, como elemento vital, tiene la intención de continuar contribuyendo a la sociedad”, ha remarcado su director general , Allard Castelein. No obstante, y tal como ha señalado, lo peor aún está por llegar: “El impacto del declive de la demanda por la crisis de coronavirus será claro a partir de abril”, ha añadido. “Muy probablemente se producirá un descenso de entre el 10% y el 20% en los volúmenes anuales”. A este respecto, Castelein ha puntualizado que “dependerá de cuánto duren las medidas implantadas y cómo de rápido se recupere la producción y el comercio mundial”.
Por otra parte, los principales proyectos de inversión han avanzado según lo planeado en el periodo, lo que incluye la construcción e la Container Exchange Route, el Theemsweg Route y la infraestructura portuaria para la ubicación de la producción del productor de smoothies Innocent. No obstante, desde el puerto han remarcado que su prioridad es la salud de las personas y el mantenimiento de las operaciones portuarias.
RESULTADOS POR SEGMENTOS
A pesar de estas circunstancias, el volumen de contenedores hasta marzo se ha equiparado al del año anterior. Asimismo, otros productos como la biomasa (106%) y el GNL (17,9%) también han cerrado al alza. En el lado opuesto de la balanza, el tráfico de carbón (-39,6%), petróleo crudo (-8%) y productos petrolíferos (-32,8%) han caído de forma considerable.
Concretamente, los graneles sólidos han registrado 16,7 millones de toneladas en el período, el 14% menos interanual. Una de las principales razones que lo justifica es la menor cantidad de energía generada por carbón en Alemania y en los Países Bajos. En contraposición, se ha generado más electricidad del gas y del viento, debido a los bajos precios del primero y a las condiciones meteorológicas favorables del segundo. Otros datos apuntan a un incremento de los minerales de metal del 15,7%, mientras que el aplazamiento de proyectos de construcción, aprovisionamiento de arena y materiales para la construcción han afectado a la baja en este segmento. Asimismo, el flujo de minerales ha caído en el periodo por el declive de la producción industrial en Alemania.
Por su parte, el segmento de los líquidos a granel se ha visto afectado por la caída en el comercio de petróleo entre Rusia y Singapur, pues Rotterdam lo canalizaba en los últimos años. Asimismo, se ha exportado menos diésel tras la aplicación de las nuevas reglas de la Organización Marítima Internacional (IMO) en las emisiones de los buques. Por su parte, el declive en la importación de petróleo crudo se justifica por la acumulación de stock en este producto el año pasado. A su vez, el GNL ha crecido, así como los productos químicos y los biocombustibles. “Nos volvemos de manera progresiva una ubicación logística central en Europa para estos productos, con importaciones y exportaciones a otros países europeos”, han añadido desde el puerto.
Además, se han canalizado el 0,3% menos de toneladas en el ámbito de los contenedores, el -4,7% en teus, con un total de 3,5 millones de teus. A este respecto, el puerto ha puntualizado que el mismo periodo del año pasado fue récord para este segmento, con un crecimiento del 5,9% en toneladas y 7,3% en teus. Se han incrementado los contenedores de larga distancia y feeder, mientras que los de corta distancia han caído el 4,5%. “Las causas subyacentes son una economía más débil en Europa durante los últimos seis meses y un estancamiento del comercio mundial por los conflictos comerciales”, ha señalado el puerto. Asimismo, ha puntualizado que el impacto de la crisis del coronavirus solo se ha notado de manera limitada a finales de marzo, y que el volumen de contenedores desde Asia ha sido el 2,8% más bajo en el primer trimestre del año.
De cara al segundo trimestre, Rotterdam ha adelantado que los contenedores ya experimentan un recorte del 25% respecto a 2019. El cierre de industrias, los controles fronterizos más estrictos y las restricciones en el libre movimiento de personas son solo algunos ejemplos que influencian en el porcentaje. Asimismo, el puerto espera una caída aún más pronunciada del tráfico Ro-Ro, que en el primer trimestre ha bajado el 7,3%. Finalmente, el flujo de acero y carbón a la industria alemana continuará decreciendo previsiblemente, así como los productos derivados del petróleo. “Sin embargo, la volatilidad en el mercado del petróleo puede llevar a flujos comerciales más altos”, han puntualizado desde el complejo portuario.