“A Bruselas le importa un carajo que adoptemos medidas para superar nuestro confinamiento económico, que es a lo que vamos cuando acabe la alerta de la pandemia”
El exconsejero de Industria de Canarias con el CDS y expresidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Hernández, con CC, apostó este miércoles por “el regreso inmediato de las islas a régimen de puertos francos” y al establecimiento de acuerdos de suministros de productos ganaderos desde las islas al Reino Unido de forma preferencial. En una entrevista a El Economista apunta: “La baifa del IGIC no puede dar más leche: o hacen regulaciones de empleo en administración o lo bajan a las empresas”. En Canarias cada trabajador soporta en estos momentos a 4,7 demandantes de ayudas sociales.
¿Cuál es su receta en estos momentos para la crisis que se avecina?
Antes de nada decir que quiero agradecer el excelente comportamiento de los canarios por el respeto a sus mayores. El estricto cumplimiento de las normas de confinamiento lo hacemos por ellos, por los mayores. En mi caso aunque ya soy una persona mayor somos todos longevos y a los que somos de Moya esto del coronavirus nos pasa de largo, asustamos al virus. Yendo al grano, no veo otra respuesta en las islas en estos momentos que volver a los puertos francos a la espera del retorno del turismo, que va a tardar. No lo digo por la oferta que es excelente sino por la demanda, que se va a ver mermada en su capacidad de destinar dinero para ocio en Europa. No creo que los 125.000 funcionarios que viven en Canarias sean capaces de llenar tantas camas hoteleras dado que a este paso parece que serán los únicos que tengan dinero en el bolsillo. Hay que abrir economía, impulsar tecnologías en empresas y proteger el control de la planta hotelera del país. ¿Alguien se ha planteado qué vamos a hacer con los diez millones de quesos que antes consumía el sector turístico, y esas vacas, y esos ganaderos y agricultores que ahora verán cómo llega gente del turismo, trabajadores y autónomos, a pedir cultivar tierras? Es el peor panorama que se ha enfrentado las islas desde la I Guerra Mundial y todo el mundo formado.
Si le hubiera tocado esta situación a usted como consejero del Gobierno de Canarias, ¿qué habría hecho?
Nos tocó cosas, no como esta, y lo primero que hicimos hablar clarito, que no digo que no se está haciendo actualmente en las islas. Pero sí hablaría menos y tomaría medidas consultando solamente a la conciencia. Canarias afrontará un confinamiento económico y eso es muy grave. Tan grave que en Bruselas ni saben lo que viene. Se dice que nadie se quedará atrás porque aplicarán medidas de apoyo social y eso está muy bien; pero ¿dónde están las medidas económicas? ¿van a permitir la muerte de 6.000 pymes en Canarias? La situación es muy compleja y que Ángel Víctor Torres está siendo muy presionado.Tiene un papel clave en estos momentos en el futuro de Canarias y la solución está en ser ágiles, aumentar respuestas a las empresas de forma inmediata y abrir la economía de las islas sin demora.
¿De forma inmediata, a tres meses vista?
Sí. Me pregunto a veces qué miedo hay en las islas en proponer cosas a Bruselas que sean lógicas para nuestra economía. A TUI le ha dado Alemania ayudas de Estado por 2.000 millones de euros en menos de una semana y nadie ha dicho que eso sea ilegal. ¿Por qué no se pelea por volver al régimen de puertos francos? Se está hablando de dar pan a la gente cuando hay primero que explicar qué tipo de panes hay. Es decir: me pregunto qué carajo le importa a Bruselas si nosotros apostamos por lo que ha funcionado siempre en estas situaciones: dar servicios y exportar. A todo ello, hay un problema añadido y es que tenemos que dotar a los hoteles de tecnología para que turista que llegue a la isla contagiado sea detectado antes de pisar la recepción del hotel. Es posible que esos controles fallen en los aeropuertos. Hay que crear un sistema de protección monetaria real para las empresas hoteleras canarias que, en pocos años, las que quedaban serán pasto de fondos de capital riesgo y eso será la tragedia final: un destino controlado por tenedores de deuda que no saben dónde está Fontanales.
¿Qué se estaba haciendo bien en las islas antes del Covid19?
Se estaba metiendo al circuito, tras décadas de haberlo pedido nosotros a finales de los Ochenta, que la agricultura y la ganadería formasen parte del mix turístico con 26.000 autónomos. Ahora tenemos 10 millones de quesos que hay que vender y no hay ni hoteles que los consuman, ni tampoco turistas que se los lleven. Fuerteventura ha hecho un trabajo reconocido mundialmente adaptando la oferta a la demanda. Ya no se ven aquellos quesos de diez kilos. Todo ese trabajo hay que recuperarlo y eso se hace aplicando vías a la exportación. Canarias debe regresar a los puertos francos. Y digo Canarias porque en el fondo es Las Palmas ya que en Tenerife nunca les interesó exportar salvo sus plátanos. Nosotros en Las Palmas ya hemos perdido exportaciones como el tomate hasta el punto que Bonny está cultivando plátanos. Nuestras empresas plataneras ya son grandes proveedores de cadenas de supermercados en la Península. Lo que necesitamos es abrir más el mercado interior a la UE, Reino Unido y África.
¿El mercado africano presenta alguna alternativa?
Por supuesto. En sectores como el agua donde los canarios hemos sido líderes o en áreas estratégicas como el turismo, la gestión de infraestructuras. No tenemos que condenar a la gente a emigrar. Tampoco hay donde hacerlo. Ya no tenemos esa Venezuela a la que recurrir. No hay ni pateras para salir de aquí. Lo que tienen que hacer las autoridades es dejarse de tanto discurso social y ponerse a trabajar el responder de forma inmediata a los problemas de las pymes, de forma práctica. Hay muchas cosas en las que las empresas canarias pueden realizar negocios como antiguamente se hacían con el continente africano y se perdió por las miles de trabas que se hizo siguiendo las órdenes comunitarias.
¿Cómo se puede ayudar a las pymes de Canarias en estos momentos?
Permitiendo que esa joya que es la Zona Especial de Canarias se conecte con los puertos francos. A Bruselas le va a dar igual. No le va la vida en ello y a nosotros sí. Hay que adelgazar la administración en la misma dirección que se pide esfuerzo a las empresas. 88 ayuntamientos, siete cabildos llorones y un Gobierno de Canarias que está sobredimensionado como se demuestra en esta pandemia. La baifa del IGIC, el IVA de los canarios, genera 2.000 millones de euros al año y se va a desplomar su recaudación. O realizan Ertes especiales o echan gente a la calle. Y si la administración puede endeudarse, que también se lo permitan a las empresas; pero con el mismo aval de la Comunidad Autónoma. Pero si el sector realiza ajustes producto de una decisión administrativa lo lógico es que el autor, la administración, también se los aplique.