La suerte de Armas-Trasmediterránea preocupa, la entrada de fondos extranjeros cada vez más como prestatarios preferentes en la empresa no ha pasado desapercibida. A muchos les parece el primer paso a hacerse con la compañía, y la incógnita está en si lo permitirá el Gobierno o ya está de acuerdo con la operación. En guardia se han puesto navieros españoles como Vicente Boluda, cuyo interés por Trasmediterránea viene de lejos o Adolfo Utor que también optó a ella hace pocos años. Para estos actores todo radica en la postura del Gobierno, si rescata a Armas-Trasmediterránea como empresa que tradicionalmente ha llevado los contratos de las línea públicas o no, y si lo hace con que condiciones en caso de traspaso de la empresa.
La pandemia del COVID, ha producido un tremendo impacto sobre las cuentas de resultados y la liquidez de las empresas navieras. Con un modelo de negocio basado en unos ingresos prácticamente al 50% entre la carga y el pasaje. Una buena muestra son los resultados de Armas Trasmediterránea, del primer semestre que sin reflejar completamente el impacto total, ya dan una buena idea de hasta dónde pueden llegar una vez que se divulgue el tercer trimestre.
El Ebitda de armas Trasmediterránea ha pasado a ser negativo y su liquidez a hundirse quemando efectivo al ritmo de entre 10 y 15 M€, al mes. En esta situación el rescate del Gobierno con un crédito ICO, de 50 M€, más la subvención durante el estado de alarma de unos 5M € al mes por parte del Gobierno de Canarias, significa una pobre solución para una compañía como Armas que ya entraba con una situación compleja en el año 2020, producto de su estirada adquisición de la más grande competidora, Trasmediterránea, por ello ha tenido que recurrir a unos fondos que suelen aparecer en estas situaciones delicadas y que prestan dinero no solo a un tipo de interés alto, sino, también con unas condiciones que normalmente se mantienen en secreto, pero que suelen ser onerosas.
Armas ya tiene deuda de unos 600 millones por la que paga un 5% anual más la que se le va añadiendo, que por diversos medios llega a los 900M€, de deuda. Pagando ese 3% al 5%, significa que los gastos financieros van a rondar los 35 M €, una carga bastante importante para una empresa con un Ebitda reducido y que antes de comprar Trasmediterránea, no ganaba dinero oficialmente desde el 2017.
La realidad es que para llegar al próximo verano, Armas Trasmediterráne,a tiene que reducir sus gastos y una forma drástica, para adaptarlos a una especie de hibernación del pasaje y una disminución palpable de la carga en el tráfico con Baleares y quizá en menor medida con Canarias. La crisis económica que se advierte en las Islas Baleares va a ser muy importante, el pronóstico de mantener como siempre pasa en invierno al ralentí, las operaciones de mercancías, que parcialmente es cierto, porque siempre baja mucho la actividad, puede verse todavía más reducido. Solo una flota pequeña y una plantilla pequeña, operando los buques con menor frecuencia y con mayor ocupación, puedan sortear la crisis que se viene encima.
Ante todo esto los 50 millones que se requirieron del gobierno se han quedado cortos, po alguna razón inexplicable no se sabe porque no los amplió.
Pidiendo al Gobierno español en vez de recurrir a los fondos HPS y Apollo que a buen seguro habrán extraído condiciones onerosas a Armas.
La entrada prestando dinero de estos fondos, más el desplome de los bonos que ya cotizan alrededor del 50% de su valor, han provocado una serie de rumores sobre si la realidad de estos préstamos, significan la entrada de otros accionistas, condicionada a como vayan la compañía. Se menciona como relevante que Apollo es el mismo fondo, que ayudo a Grimaldi a entrar en Hellenic Seaways la compañía griega que adquirió, y que después resultó ser un gran problema porque el resto de la competencia griega, puso tremendos problemas a la familia Grimaldi.
Se rumorea que la entrada de un nuevo socio capitalista significará una renovación del equipo directivo y para ello se rumorea un triunvirato liderado por Ettore Morace, el que ha sido vicepresidente de Balearia hasta hace poco y naviero italiano, José Ramón Alonso Montoya como Director Financiero antiguo director financiero de Trasmediterránea y José Vicente Herrero anterior director comercial de Trasmediterránea que después lo fue de Balearia.
Fuente:
REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS – 14/10/2020